lunes, 11 de febrero de 2013

Inescrutables caminos


El camino que Dios a trazado para nuestras vidas no es fácil de entender, son muchas las vicisitudes diarias que nos llevan a preguntarnos si el peregrinaje en este mundo tiene algún sentido, podemos experimentar el sentimiento de un naufrago en alta mar, de un perdido en un bosque espeso, de un sediento en el desierto, pero ¡entiende!, no estas solo, un ser extraordinario ha fijado los ojos en ti, y hace lo necesario para que te conduzcas correctamente por las sendas de la vida. nada sucede por casualidad, no existen los juegos de azar, ni los hechos fortuitos, todo esta superiormente ordenado, tu caos es una clara evidencia del control absoluto, pues en condiciones no ideales se forjan caminos ideales.

El mundo del espíritu es desconocido para muchos, su trayectoria y su recorrido es inescrutable, no sabemos de donde venimos ni para donde vamos, somos guiados por el viento como velero en alta mar,     el camino es solo es una persona que nos guía desde el recóndito lugar desde donde nos encontramos, para retornar a nuestro destino, al corazón del padre. aquella persona foja el camino, Jesús  nos toma de la mano y establece la nueva senda por donde debemos transitar, el camino, no es amplio, estrecho, angosto, pero el va abriendo paso en el frondoso mundo de incertidumbre e indecisión, por eso digo, sus caminos son inescrutables, solo el sabe cual es que necesita cada persona para regresar a Dios, recuerda no es un trayecto es una persona, es la hermosa persona de Jesús

Romanos 11:33 "¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!"

Un problema es solo una respuesta a tu clamor, una dificultad te acerca a tu destino, al diseño, al cumplimiento de la promesa, ¡ ve en la prueba la esperanza viva!, en la tempestad la calma, solo aquellos que cambia su perspectiva de su experiencia aprenden que el camino de la aflicción no añade tristeza sino riquezas en gloria.

Salmo 32:8 "Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar: Sobre ti fijaré mis ojos"