Nuestros pensamientos van
dirigidos hacia las cosas, personas, situaciones que son relevantes en nuestra
vida, no vamos a ocuparnos en pensar en aquello que para nosotros no es
importante; parejas enamoradas dedican horas pensando en el ser amado, en los
detalles, caricias, palabras, gestos, entre muchas otras cosas. Son entonces
los pensamientos una clara evidencia de lo que hay en nuestro corazón. Si en
este momento nos preguntan ¿en qué estabas pensando hace 35 minutos o el día de
ayer? muchos no sabrían responder, porque en solo un instante de tiempo puede
una persona pensar muchas cosas, nuestra mente es como una caja que siempre
permanece ocupada de pensamientos, y estos viajan a una velocidad incalculable.
El problema no son los
pensamientos sino la raíz de donde provienen y el señor es el único que conoce
no solo los pensamientos del hombre sino también las intenciones del corazón.
En los innumerables pensamientos
que tenemos en un día; ¿en cuántos de ellos está Dios?, seguro en muy pocos,
solo el hecho de hacer una proporción del tiempo dedicado a pensar en Dios y
entre los pensamientos vanos, el margen porcentual sería muy bajo, es de
aclarar que los pensamientos no solo son un producto sino una máquina de
siembra, todo lo que pensamos, sea bueno o malo nos sobreviene, genera un fruto
un resultado, pero ¿Qué concepto tiene Dios de lo que pienso?, primero que los pensamientos
del hombre son de continuo solo el mal Génesis 6:5 y nos damos cuenta de esta
realidad pues Dios no es tan importante para nosotros, porque dedicamos muy
poco tiempo a pensar en Él, no estamos enamorados como aquellas parejas de
relaciones idílicas, y como lo menciona el Salmo 10:4 “el impío por la altivez
de su rostro, no busca a Dios; no está Dios en ninguno de sus pensamientos”,
todo aquel que se considere autosuficiente, capacitado y competente, no
necesita de Dios, no lo buscará, ni dedicará sus pensamientos hacia él, es una
condición de absoluta irrealidad, vanidad y transitoriedad de la vida, la vida
es más que aquello que se nos presenta ante nuestros ojos, y hay una realidad
ineludible que no podemos evitar, Dios cernido en todas las cosas, y todo aquel
que se niega a esta realidad está condenado a morir para siempre. El no ver a
Dios y no ocupar nuestra mente en pensar en Él es despreciar el destino de amor
con el que fuimos creados.
Todos los pensamientos que
tenemos evidencian lo que somos, no en lo que Dios determinó con respecto a la predestinación del hombre como se menciona en
efesios 1, sino en aquello que por impositivos hemos construido como lo
menciona Proverbios 23:7 “porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es
el…”. Somos entonces el producto de lo que pensamos, y dedicamos horas,
maquinando venganzas, contiendas, respuestas que a la verdad conducen a la
impiedad y a la perdición. Todo aquello que sembremos eso vamos a cosechar,
Dios habla al mundo entero y dice en Jeremías 6:19 “oye tierra: he aquí yo traigo
mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos; porque no escucharon mis
palabras y aborrecieron mi ley”.
¿Sabe Dios qué pensamos? Por
supuesto, pretendemos ocultar nuestros pensamientos a los hombres y actuamos
sin coherencia en lo que sentimos, pensamos y hacemos, nuestra falta de
integridad no es visible a simple vista, pero Dios si ve claramente mi
condición sabe que todos nuestros pensamientos son vanidad como lo menciona en
el Salmo 94:11, en el Salmo 139:2 manifiesta que conoce nuestro sentarme y
levantarme, y que permanentemente está examinando y probando nuestros
pensamientos como lo manifiesta el salmista en al capítulo 139:23, a Salomón le
hace una advertencia dándole a entender que el conoce todo intento de los
pensamientos en 1Crónicas 28:9, realmente no hay nada que podamos ocultarle al
señor, pero Dios desea que redirecciones todos tus pensamientos a Él.
¿Cuál es la invitación de Dios? Que
todos nuestros pensamientos tengan un fruto agradable nos invita a pensar en Él
como se menciona en Filipenses 4:8 “… todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen
nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”,
redireccionar nuestros pensamientos a Él produce en nosotros la paz ante las
situaciones que vivimos a diario, como se menciona en Isaías 26:3 “ Tu guardarás
en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha
confiado”. Y cuando experimentamos la realidad del amor de Dios, aún en las
situaciones más complejas, Él se revela, podemos ver su compañía y sus múltiples
consolaciones que alegran nuestra alma, Salmo 94:19 “En la multitud de mis
pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma”.
Solo piensa en las múltiples
oportunidades del amor que Dios te proporciona cada día, y deja a un lado la
vanidad, la impiedad, y la autosuficiencia. enamorarte del ser mas extraordinario del universo y dedica todos tus pensamientos a él.
Bendiciones
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PENSAMIENTOS DEL HOMBRE
Génesis 6:5
Salmo 10: 4
Proverbios 23:7
Jeremías 6:19
DIOS CONOCE NUESTROS
PENSAMIENTOS
Salmo 94:11
Salmo 139:2
Salmo 139:23
1Crónicas 28:9
PENSAMIENTO EN DIOS
Filipenses 4:8
Isaías 26:3
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